Juego de pelota con las manos, consistente en "quemar" a los jugadores adversarios con la pelota a gran velocidad y potencia. Esquivar los pelotazos requería de una gran capacidad de reacción y agilidad. Si recibía el golpe en el cuerpo, quedaba fuera del juego, menos cuando alcanzaba a poner el pie en la raya.
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